sábado, 22 de febrero de 2014

Noche salvaje: a falta de un hervor

A estas alturas del mes, ya pocos de nuestros seguidores no saben que el libro de Jim Thompson, Noche salvaje, es una novela digamos... digamos... ¿Cómo diríamos? Da igual. Digamos lo que digamos, para la posteridad queda ese editor que la ha calificado como la mejor novela de Jim Tompson y cuya opinión va y viene, como la falsa moneda, que de mano en mano va, y ninguno se la queda. Bichejo, en el anterior post, incluso trató de encuadrarla en algún género, y gracias a que decidió terminar el post, que si sigue un par de párrafos termina por situarla el género achilipú. Ciencia ficción, nos decía, WTF, nos hemos dicho todos al transitar por ese final de la novela tan accidentado. Sí, tan accidentado, porque un final así de raro sólo puede ser un accidente.

La novela se deja leer, pero cabe considerar que los carteles del metro también se dejan. O sea, que hay que pedir algo más que un montón de personajes apilados hablando entre ellos y transitando por las escenas de la historia. Porque la historia es buena, la idea tiene su aquel, pero después está escrito como con precipitación, como si el autor tuviera muchas ideas y no supiera ordenarlas. O como si tuviera prisa por contárnoslo. O como si fuera un primer borrador sin terminar. Por ejemplo, se le olvida contarnos quién trata de matar al protagonista encerrándolo en el congelador aquel, o la trama con los viejecitos de la gasolinera, que no se acaba de entender bien. En fin, el pobre lector tiene que penar con el lío que se le forma a lo largo del libro, y ya de una forma dramática cuando llega al último capítulo, que está escrito para que no se te olvide nunca, porque te lo tienes que leer unas cincuenta veces hasta que llegas a la conclusión de que no es un problema de idioma.

Y fallan también los personajes, que están mal dibujados. Son como una acuarela con chorretones, un dibujo descuidado. El asesino, aparte de ser como un hombre poco hecho - Bichejo dixit -, es que además le falta un hervor. Dejo de lado su aspecto ridículo y su incomprensible éxito con las mujeres para asombrarme con su profunda imbecilidad en casi todas las decisiones que toma. Esto en alguien de quien el autor nos dice que es un asesino escurridizo. Y a mí me viene a la cabeza el chiste aquel sobre la diferencia entre retorcer y escurrir, con la consiguiente confusión entre escurrir y discurrir, y va y me sale Charlie Bigger.

El resto de los personajes también tienen un comportamiento extrañísimo. El Jefe, que no entiendes por qué ordena matar al esbirro; el pensionista, que no sabes por qué se comporta con tanta solicitud; la mujer del corredor, que no entiendes si va, si viene, si se queda, si está de paso o si es que tiene que haber de todo y ella lo resume; el corredor, del que no se sabe si se coge las cogorzas porque se barrunta algo o por pura costumbre; el sherif, que primero desconfía y luego demuestra un candor propio de la casa de la pradera; y así todos los personajes, que parecen sacados de otras novelas, de otras historias y hasta de cualquier periódico, pero cada uno de una noticia diferente. En realidad, el autor se las apaña de tal forma que, del único personaje del que podemos decir cabalmente de qué pie cojea es Ruth, pero eso es porque le falta la mitad de la pierna izquierda.

No puedo terminar el post sin hablar de las cabras del final de la novela. Bueno, o tal vez sí.

Fin del post. Ea.


miércoles, 19 de febrero de 2014

Novela negra de ciencia ficción

Prácticamente no he leído novela negra. Misterio mucho, pero novela negra, nada. Creo. Que yo me pierdo un poco con esas catalogaciones de algunos géneros. Mis libros en Calibre son de intriga, misterio, asesinatos indistintamente, lo que me facilita mucho la búsqueda (#NO), y tampoco tengo muy claro según qué criterio los pongo en uno u otro.
Asesinatos son los de Agatha Christie. Intriga y misterio se mezclan: en principio intriga son los de intrigas palaciegas, politiqueos y cosas así y misterio otros muertos que nos son los de Dame Agatha, pero es un concepto difuso, porque en los de intriga palaciega a veces hay muertos, y en los de misterio a veces hay una corrupción detrás

Así que yo no tengo muy claro si esto de verdad es novela negra. No sé qué reglas debe cumplir una novela para ser negra. 

Pero este libro es pura ciencia ficción. Eso es así y es así. Porque si no, que alguien me explique cómo tiene sentido que un pobre hombre que es canijo, medio tuerto, le faltan dientes y está en general como poco hecho tiene a dos mujeres rendidas a sus pies. 

Vale, sí, el amor no es tan superficial como yo ni entiende de esas cosas, y que te enamoras y al poco hecho le ves perfecto y es todo maravilloso y ni te das cuenta de nada porque para ti es el más mejor...pero es que aquí no es amor, es pura lujuria. Es incomprensible. En la página dos y ya tiene a dos bebiendo los vientos por él. Pero loquitas, como si fuese un dios aparecido.

Y no me hagáis hablar de las cabras. O las ovejas. O lo que sea. Porque el último tramo del libro parece recortado de otra novela y pegado ahí a piñón.

Disclaimer: ninguna oveja o señor poco hecho han sido dañados en la realización de este post tan absurdo (su ego a lo mejor). Mi nuevo propósito es, otra vez, hacer un post, aunque sea frívolo, corto y de poco lista, de cada libro.

domingo, 16 de febrero de 2014

La novela negra

Bueno, visto que del libro de este mes no parece que haya muchas ganas de escribir... me he decidido por hablar de novela negra. Así, en general.

A mí me gusta bastante la novela negra en general y leo desde los clásicos como Hammett o Chandler hasta los actuales como Nesbo, Donna Leon, Xiaolong, Cornwell o Anne Holt. Cierto es que mi conocimiento es bastante superficial porque es un campo inmenso y yo leo otras cosas, pero de vez en cuando me gusta leerme un libro que me enganche y que me tenga intrigado.

Dentro de los libros de novela negra me gustan más en los que al final se descubre al malo, al asesino, y le pillan. También hay una cierta tendencia a que el malo se salga con la suya, pero yo no soy tanto de eso. Claro, también hay otros, como el que nos hemos leído, en los que el final es completamente inentendible. Y eso tampoco me gusta, la verdad.

Yo soy una mente simple y necesito historias, que pueden ser enrevesadas, pero sin flashbacks ni saltos en el tiempo ni cosas así. Los finales de birlibirloque en los que por arte de magia aparecen cosas que nos habían escondido tampoco me gustan. Por otro lado sí que me gusta ir anticipando lo que va a pasar, aunque muchas veces me equivoque. Y ese momento en el que todo se aclara y encaja es mágico. De repente dices no me jodas que va a ser este! Y parece que el universo se ha ordenado de repente y todo está en su sitio. Claro, que libros de esos hay pocos. El último que recuerdo así es el último de Jo Nesbo de su serie Harry Hole, el muñeco de nieve.

Volviendo un poco al libro de Thompson... en fin, es un libro bastante lamentable porque no tiene historia. Bueno, sí que la tiene, pero no interesa. Es demasiado simple y cuando vienen las complicaciones no es por la trama en sí, sino porque no se entiende. Y una novela que no se entiende es una mala novela, pero una novela negra que no se entiende es un horror que no se lo recomiendo a nadie. Y menos a mis compis del club.

Ya es mala suerte que de los ocho libros que me he leído de Thompson este sea el peor con muchísima diferencia, a pesar de lo que dijere su editor al que ya tengo yo por una persona poco relacionada con la verdad, bien sea por demencia o por afición a la mentira.

¿Maldición? Tal vez, no tengo una explicación clara para que prácticamente libro que tocamos, libro que gafamos. A lo mejor vivimos dentro de una novela negra y tenemos que resolver el misterio del libro pesado... a lo mejor uno de nosotros es el asesino... del libro interesante... o a lo mejor somos todos en plan asesinato en el Orient Express...

Y si no decidme. Este libro ni siquiera ha merecido su post mensual diciendo que nos lo hemos leído y si no es por mí y este post desesperado no quedaría ni rastro de él. Hubiera sido un crimen perfecto, sin cadáver, sin etiqueta en la barra del blog y sin pistas... a lo mejor me he pasado de listo. Ya sabéis que siempre hay un listillo al que se cargan pronto, por lo general al amigo loco del primer muerto...

Y, en este caso, ¿quién era el amigo del muerto? ¿quién propuso el libro? ¿quién está removiendo el pasado y encontrando pistas comprometedoras? ¿quién está husmeando demasiado?

...

(continuará, o no...)